La cuenta atrás continúa para un buen número de sanitarios contratados en los peores momentos de la pandemia en Madrid.
Sus contratos expiran el próximo 31 de diciembre y, hasta el momento, no han recibido ninguna garantía de continuidad.
Hemos estado con ellos frente a las puertas del hospital Gregorio Marañón. Su lema es "Aquí no sobra nadie. Todos somos necesarios". Si los contratos terminan, nos cuentan, "la sanidad pública se quedaría al límite y los pacientes se quedarían desprotegidos".
Otra de las reivindicaciones del colectivo es evitar "los traslados forzosos" al nuevo hospital de pandemias Isabel Zendal de Valdebebas.