Hasta el próximo domingo 20 de agosto, la Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha una nueva campaña especial con la que intensificará la vigilancia sobre el riesgo que supone la suma del consumo de alcohol y/o drogas y la conducción, pues sigue siendo uno de los tres factores principales de riesgo en los siniestros de tráfico, tanto en los mortales como en los siniestros con víctimas.
Más de la mitad (51,9%) de los conductores fallecidos en carretera en 2022, que fueron sometidos autopsia y a un análisis toxicológico dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, aisladamente o en combinación, un porcentaje que aumentó un 2,5% con respecto al año anterior.
Otro de los factores que la DGT busca erradicar es el exceso de velocidad. Hasta hace poco, muchos conductores levantaban el pie del acelerador al aproximarse a un radar fijo que ya conocían, con el fin de evitar ser detectados por el sistema de medición de velocidad, esto ya no va a ser posible.
En el constante esfuerzo por garantizar la seguridad vial y reducir la imprudencia al volante, la DGT ha desarrollado nuevos sistemas de radares ‘antifrenazo’, que detectan a los conductores que intentan evadir la multa al reducir momentáneamente la velocidad al avistar un radar fijo, pero también tienen como objetivo sancionar a aquellos que vuelven a acelerar una vez pasada la zona de vigilancia
En la actualidad, los radares fijos han evolucionado considerablemente en diseño y tecnología para contrarrestar estos trucos. Los cinemómetros ahora están equipados con tecnología de efecto Doppler y sistemas láser altamente precisos, permitiendo medir la velocidad de los vehículos de manera rápida y exacta. Estos radares modernos son capaces de capturar la velocidad de múltiples vehículos a distancias considerables, lo que dificulta eludir su detección.
La DGT ha dado un paso más allá al implementar una estrategia efectiva conocida como radares dobles, en cascada o antifrenazo. Esta táctica simple pero ingeniosa consiste en instalar un radar móvil justo después de un radar fijo. De esta manera, aquellos conductores que reduzcan la velocidad para el radar fijo y luego aceleren de nuevo serán detectados y sancionados por el radar móvil subsiguiente. Esta medida ha demostrado ser altamente disuasoria, ya que desincentiva la reducción brusca de velocidad seguida de aceleración.
Además, para prevenir la reducción brusca de velocidad antes de los radares, se han colocado puntos de control adicionales antes de los mismos. Esta estrategia dificulta la acción de disminuir rápidamente la velocidad justo antes de pasar por el radar, ya que los conductores son detectados con suficiente antelación para tomar medidas.
Es importante destacar que, aunque frenar antes de un radar no está directamente sancionado por el Código de Circulación, el Artículo 53 del Reglamento General de Circulación establece la obligación de reducir la velocidad de manera segura y sin riesgo para otros conductores. La DGT está implementando estas medidas para garantizar que los conductores sigan las normas y conduzcan de manera responsable, promoviendo así la seguridad en las carreteras.