Mientras avanzan los diferentes calendarios de vacunación, en virtud del número de vacunas que llegan por fases a nuestro país, los rastreadores continúan con su labor, esencial según los expertos, si se combina con las estrategias de vacunación.
Su labor parece que ha pasado a un segundo plano en los últimos meses, pero los rastreadores siguen con su trabajo constante. Y mientras no se llegue a la ansiada inmunidad de grupo, reconocer el origen de un brote y cortar la cadena de transmisión es una tarea fundamental.
Jesús Alonso, médico, es uno de esos profesionales que trabaja día a día siguiendo el rastro del virus. Sus patologías le han impedido estar en contacto estrecho con los pacientes, pero contribuye con su labor de rastreador en Valdebernando.
Asegura que faltan efectivos, pero que las labores de rastreo están teniendo efectos beneficiosos. Los afectados, cuando son contactados, suelen hacer caso de las recomendaciones e iniciar el aislamiento. Recientemente el cambio que Jesús y sus colegas han detectado es que a diferencia de hace unos meses, los contagios afectan a toda una familia, debido a la cepa británica.