Lo comprobamos en la parroquia de San Juan de Dios de Villa de Vallecas, donde se ayuda a los vecinos con entregas mensuales de comida. Se llegan a repartir hasta 80.000 kilos de comida en varios turnos.
"Gracias a ellos estoy sobreviviendo, porque estoy sola y sin trabajo", nos cuenta una de las personas que ha encontrado en esta parroquia un balón de oxígeno para remediar, al menos temporalmente, su situación. "Al principio lo pasé mal, nunca me imaginé que vendría aquí".
El padre Gonzalo, responsable del dispositivo, agradece la labor de los voluntarios de todo Madrid que ayudan a que las familias puedan recoger "alimentos de primera necesidad". "Hacemos posible este milagro, que es un milagro", nos dice.
El nivel de los demandantes en este momento es muy bajo detalle el padre Gonzalo. "No tienen ni para pagar una habitación, ni siquiera el piso", concluye.