Una hebilla con forma de granada en un cinturón ha encendido las alarmas en Madrid y Barcelona por una falsa alarma de amenaza de bomba.
Una trabajadora de Atocha nos ha contado cómo se ha vivido esos momentos de máxima tensión. Asegura que "ha sido todo muy rápido. Ha llegado un policía y ha dicho que teníamos que salir de nuestros puestos de trabajo".
Una vez restablecido el servicio, la normalidad ha vuelto a la estación.