Una lluvia de caramelos acompaña a las carrozas de la Cabalgata. Niños y niñas de toda España intentan coger los máximos posibles, mientras un piano descomunal aparece por delante, e incluso la tuna. La música es el arte elegido este año para acompañar a los Reyes, con su musa Euterpe -una marioneta gigante- a la cabeza. Tampoco han faltado este año las ocas de Míguelín.