No todas las fiestas patronales acaban bien. Algunos de nuestros protagonistas no han tenido mucha suerte y se han convertido en la anécdota graciosa.
Algunas veces las tradiciones de las fiestas pueden acabar muy mal. Y lo que comenzó como algo gracioso puede acabar en un susto. Aunque también contribuye que algunos vayan bebidos más de la cuenta y no pueden andar en línea recta.
Una de las tradiciones más compartidas en todos los municipios es la de los “autos locos”. Y no todas las carreras acaban bien y más si añades saltos en el recorrido. Las tradiciones de algunos festejos no dejan de sorprendernos.