Enclavada en Lavapiés, esta pequeña calle ha cambiado mucho gracias a la diversidad de razas y la mezcla de culturas que se han instalado en el barrio.
Tranquila, agradable y muy artística, dicen sus vecinos, los nuevos y los de siempre. Aquí se puede escuchar 'trap' y también flamenco de toda la vida.