La Sierra de Guadarrama alberga media decena de sanatorios abandonados. Uno de ellos es el de Los Molinos. Allí se ha tratado a militares de la Marina, enfermos de tuberculisis y pacientes de neomología en general.
En 2001 cerró sus puertas y entocnes comenzó la leyenda: Puertas que se abrían y cerraban de golge, ruidos de pisadas, luces que se apagaban y encencían solas... Fenómenos paranormales que algunos aseguran haber vivido. Sin embargo, los vecinos no creen en fantasmas y se lamentan, eso sí, por el deterioro del edificio.