El primer avión supersónico propulsado por hidrógeno está en desarrollo y promete unir Europa y Australia en poco más de cuatro horas. Con el sello español y madrileño, la compañía europea DESTINUS se encuentra liderando este ambicioso proyecto que revolucionará el transporte aéreo.
Durante su primera participación en el Salón Internacional de Aeronáutica y del Espacio en París, DESTINUS ha presentado el tan esperado prototipo DESTINUS-3. Este avión, propulsado por hidrógeno y capaz de volar a velocidades supersónicas, promete abrir una nueva era en la aviación mundial.
El vuelo inaugural está programado para finales de 2023 o principios de 2024, mientras que las campañas de vuelos supersónicos se planifican para 2024. Davide Bonetti, CEO de DESTINUS Spain, nos comenta que su "objetivo es que para la década de 2040, estos vuelos supersónicos estén disponibles para todos". Actualmente, DESTINUS se encuentra en una fase de investigación, desarrollo e innovación para hacer realidad este ambicioso proyecto.
La conexión directa entre Europa y Australia en tan solo cuatro horas supondría una verdadera revolución en términos de impacto medioambiental y tiempo de viaje. El hidrógeno, al no contener átomos de carbono, produce menos contaminación.
Además de su velocidad extraordinaria, el avión DESTINUS-3 volará a altitudes más altas que los aviones convencionales, aproximadamente a 30 km en comparación con los 10 km habituales.