Los vecinos de Lavapiés han colgado banderas amarillas en los balcones en señal de protesta por la situación que vive el barrio, especialmente entorno de las plazas de Nelson Mandela y Arturo Barea.
El día a día de los vecinos pasa por ver en su barrio droga, peleas, suciedad, inseguridad... la policía ha incrementado su presencia en la zona así como los servicios de atención a drogodependientes pero no es suficiente.
"Básicamente el problema que tenemos es el narcotráfico, es lo que mueve todo", explica un vecino "aquí viene mucha gente a comprar, hay peleas entre ellos, hay narcopisos". La droga está en el origen de todos los conflictos.
"Los que venden droga no llevan la droga encima casi nunca utilizan a otras personas para llevar droga a los clientes", y eso dificulta mucho la labor de la policía que necesita, además, orden judicial para entrar en los narcopisos, "en mi edificio vive un narcotraficante que tiene identificado la policía pero no no consiguen atraparlo porque él nunca toca la droga".
La venta y consumo de droga se realiza a plena luz del día. Desde que se desalojó de okupas el edificio de 'La Quimera', el problema se ha trasladado a las calles, "han florado los narcopisos".