Agentes de la Policía Nacional irrumpieron este fin de semana en una fiesta ilegal derribando la puerta una vivienda en la calle Lagasca al negarse los participantes en la misma a facilitarse el acceso. La intervención policial se produjo sin orden judicial y ha generado polémica tras la difusión de las imágenes.Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del pasado domingo en una vivienda de barrio Salamanca en la que se encontraban reunidas más de una decena de personas. La Policía ante la llamada de los vecinos acudió al lugar y solicitó a los asistentes desde el rellano que abrieran la puerta y se identificaran.
Una mujer joven, desde el interior, de manera bastante chulesca, se negó a abrirles la puerta, pidiéndoles que debían identificarse ellos, solicitándoles incluso los nombres y apellidos y su número de placa, e instándoles a presentar una orden judicial.
Tras una media hora de negociación, en que la muchacha, opositora al parecer a la Abogacía del Estado, les llegó a decir "ustedes se han creído que se han encontrado aquí a cuatro extranjeros que le pueden meter la minga y no...", los agentes les advirtieron que estaban cometiendo un delito de "desobediencia grave" y acabaron de acceder a la vivienda derribando la puerta.
Dentro de la vivienda había 14 personas de varias nacionalidades, sin mascarillas, de las cuales nueve fueron detenidas y conducidas a la comisaría del distrito de Salamanca, donde fueron acusadas de resistencia y desobediencia.
Un juzgado ha avalado la actuación policial que no disponían de orden judicial previa, negando el habeas corpus solicitado por los detenidos, por considerar que la actuación había sido ajustada a derecho.
La abogada Teresa Bueyes, en declaraciones a Buenos Días Madrid, considera que han entrado en conflicto la ley de Seguridad Ciudadana, que permite a la Policía detener a personas que no se quieren identificar, con el artículo 18 de la Constitución que considera la inviolabilidad del domicilio. "Me parece muy desproporcionada la actuación policial, porque no era urgente que la Policía entrara, al tratarse de una fiesta ilegal, que conllevaría una sanción administrativa".