Noemí y Javi alquilaron su piso el pasado mes de mayo. Al principio los inquilinos pagaban sus mensualidades, pero llevan más de seis meses sin hacerlo.
Los propietarios ahora tienen que pagar todas sus deudas y no tienen ni para hacer frente a sus propios gastos.
Cuenta la propietaria que fue ella quien hizo el contrato de alquiler, que le pasaron sus contratos de trabajo y sus nóminas y que parecía que todo iba a ir bien.
Cuando empezaron a no pagar la inquilina le dijo que ya no estaban juntos y que el marido se había ido, pero Noemí sabe que siguen juntos porque los vecinos los han oído a los dos en la casa. Dice que los dos okupas trabajan y que tiene problemas para poder pagarles, incluso asegura que se fueron de vacaciones en Navidad.
6.000 euros de deuda
Tienen fecha de desahucio en septiembre, pero mientras tanto tienen que seguir pagando todos los suministros y asegura que no llegan a fin de mes porque contaban con el dinero del alquiler para hacer frente a la hipoteca del nuevo piso en el que viven ahora.
La deuda alcanza los 6.000 euros y aseguran que les están llevando a la ruina porque han tenido que dejar de pagar el colegio de los niños, su hija no va a poder tomar la comunión, y a ella le está provocando una depresión tremenda.
Los okupas cambiaron la cerradura de madrugada hace unas dos semanas para que nadie les viera y aseguran que la policía ha acudido allí en bastantes ocasiones.