Numerosos restos de fármacos inundan Campamento, junto a la ribera del arroyo Meaques, con ampollas, tubos de pomada y restos de antibióticos. Y en todos se puede leer que son fármacos del Ejército.
Los vecinos que pasean por esta zona de terrenos militares denuncian la existencia de una montaña ilegal de medicamentos de las Fuerzas Armadas tirados en una zona que tiene importancia ecológica y medioambiental entre el arroyo Meaques, el arroyo del Charcón y el arroyo de Retamares, al lado del Mando Conjunto del Ciberespacio, el Mando Operativo del Ejercito y el Cuartel General de la Brigada de Sanidad.
Afirma la Asociación de Vecinos por el Clima que el estado de la zona es lamentable debido a los vertidos ilegales de material médico o veterinario con etiquetas de las Fuerzas Armadas que puede contaminar los acuíferos que allí hay y que llevan bastante tiempo sin que nadie los recoja.
Opina que “Las Fuerzas Armadas como cualquier otra administración tiene la obligación de cumplir la ley y ese vertido con antibióticos y sustancias peligrosas y tóxicas no debería haberse producido nunca”, dice Paco.
Esta asociación, que tiene en cada colegio de Madrid una ‘madrina’ afirman que hay ampollas de agua destilada, viales de antibióticos, botes de muestras, pomadas, con un riesgo evidente de envenenamiento par los animales de la zona.
En el barrio tienen también una asociación de defensa del entorno Meaque-Retamares que “que es parte del corredor ecológico que uniría el curso medio del Guadarrama con la Casa de Campo” y dicen que lo van a denunciar a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Pozuelo.
Alertan del peligro que también supone el que luego, como los animales pueden ingerir estos antibióticos se pueda generar resistencia a los mismos que afecte no solo a la fauna silvestre, “sino a la doméstica y a nosotros".
Peligrosa contaminación
Señalan que este tipo de productos no se pueden tirar en mitad del campo como si tal cosa porque se trata de una vaguada que salvo en verano suele llevar agua que desemboca en una charca de la que beben ovejas, córvidos, buitres negros, milanos reales y que se pueden envenenar. Los arroyos llevan el agua hasta la Casa de Campo.
Además, afirman que las botellas que también hay tiradas pueden provocar un incendio en cualquier momento y muchas de ellas están rotas con el consiguiente peligro para paseantes y ciclistas a pesar de que se trata de un terreno militar.
Aseguran desde la asociación que están intentando proteger el entorno porque por allí pasa la Cañada Real de Madrid por la que pasa bastante ganado, y en la que hay zorros, meloncillos, milanos, águila calzada, búhos, chotacabras, reptiles, tortugas. y es una zona que cada vez los vecinos conocen y usan más para pasear y hacer deporte.