Minada de heces de perro, así está la calle Madre Cándida María de Jesús en Usera y justo en la acera del colegio Mater Purísima por el que pasan a diario más de 1.300 alumnos.
Tanto es así que los padres y vecinos han acabado poniendo carteles en la fachada de los edificios pidiendo a los dueños de los perros que recojan las heces porque es una zona escolar y puede provocar infecciones.
Los escolares pisan los excrementos
Los escolares andan el camino a su colegio sorteando los excrementos y muchos días entran o salen con ‘sorpresa’ en sus pies y también en sus mochilas cuando pasan arrastrándolas
La calle es realmente un ‘campo de minas’ de heces. “Tienes que ir mirando al suelo porque si no, te la llevas –dice Nuria, una de las madres, a Telemadrid- Los niños, si lo pisan se lo llevan a clase”.
Y no sólo eso, cuenta también que provocan caídas como la que le sucedió a ella un día de lluvia de principios de noviembre, cuando por evitar uno de estos ‘regalitos’ resbaló y se dio un gran trompazo.
Piden civismo y limpieza
Afirma esta madre que es una verdadera vergüenza y lo que piden los padres es un poco de civismo a los dueños de los animales y también un poco más de limpieza. A su juicio es como si lo hicieran a propósito porque aparecen también en los pasos de cebra, en los rebajes de las aceras por donde pasan las mochilas y en medio del camino que tiene que seguir todo el mundo para llegar a la puerta del colegio.
“La gente es incívica totalmente –dice a Telemadrid la dueña de un perro que sí recoge los excrementos- no es tan difícil recogerlas”.