Rafa Nadal agranda su leyenda. El español derrota en un partido épico a Novak Djokovic y peleará por conquistar su decimocuarto Roland Garros en la tierra de París. A Nadal le espera ahora en semifinales el alemán Zverev, que se impuso en otro gran duelo a Carlos Alcaraz, que se marchó ovacionado de la pista central del club de tenis parisino.
Nadal volvió a demostrar que es el rey de Roland Garros con una victoria en cuartos de final sobre el serbio Novak Djokovic, número 1 del mundo y defensor del título, mientras que su compatriota Carlos Alcaraz, que partía como otro de los candidatos cayó frente al alemán Alexander Zverev.
Nadal y Zverev se medirán por un puesto en la final el próximo viernes, en una rivalidad que domina el español por 6 a 3.
El español dio un golpe al torneo, tiró de los galones que se le suponen al trece veces campeón y demostró que todos aquellos que se obstinan en enterrarle no cuentan con su capacidad de renacer.
Con todo en contra, frente a un rival que traía una racha de 14 triunfos consecutivos, en plena confianza, en el turno de noche que perjudica a su juego directo y de ataque, Nadal demostró que nunca hay que perder la fe en sus opciones.
El español dio una lección de táctica, de adaptarse a las penurias y de sacar partido de sus ventajas, incluida la del público, que acudió en masa a la central de París, atraído por el cartel más impresionante y el más repetido de la historia del tenis.
El capítulo 59 se saldó con una victoria de Nadal, la 29, la 20 en 28 en tierra batida, la once en 18 en Grand Slam, la ocho en diez en Roland Garros.
Fue un triunfo no exento de épica, porque Nadal llegaba sin rodaje a este torneo, con el físico en plenas dudas tras las dos lesiones que sufrió en los últimos meses, que dieron un golpe de freno a la magnífica temporada que venía completando, coronada con su victoria 21 en Grand Slam en el Abierto de Australia.
Igualarle era el objetivo de Djokovic, pero el serbio tendrá que esperar, porque Nadal no se cansa de ser eterno y se impuso 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6(4) en un maratón de juego brillante por ambos contendientes.
Su mejor partido
"Si miramos las cuatro horas de partido, creo que durante más minutos he sido más dominante yo que él. He jugado mi mejor partido en los últimos cuatro meses", aseguró el español, que hace medio mes acababa renqueante su participación en el torneo de Roma. Nadal le concedió una importancia elevada a la victoria por la forma en la que se consiguió y por la comunión con el público.
Djokovic, que puso fin a una racha de nueve triunfos consecutivos, reconoció el nivel competitivo de Nadal para remontar el cuarto set, cuando él dominaba por 5-2 y tenía saque para apuntarse el parcial.