Municipios como Navacerrada viven por primera vez en mucho tiempo un fin de semana sin restricciones. Tras el cierre perimetral de 3 semanas, su levantamiento es un alivio para los bares y la hostería porque el cierre ya les ha causado grandes pérdidas ya que el pasado invierno fueron cinco semanas de cierre.
Vecinos de Navacerrada dicen a Buenos Días Madrid que la apertura ”me parece muy bien para la economía” y no están excesivamente preocupados por la avalancha de visitantes que la eliminación de restricciones puede traer el fin de semana próximo.
La esperanza de los visitantes
Los hosteleros ven con esperanza que vengan los visitantes. El dueño de un bar dice a Buenos Días Madrid que la apertura “si influye, es bueno que nos abran ya. Sigue habiendo casos y lo haremos con cuidado como lo hemos hecho siempre. La economía está muy mal, a ver si ahora que estamos abiertos podemos recuperarnos”. Con todo, los vecinos van a estar pendientes por si hay nuevos cierres.
Muchos meses confinada y sin visitantes
Navacerrada está desconfinada desde el pasado lunes, pero desde Navidad ha estado casi todo el tiempo confinada. La Semana Santa estuvieron cerrados y se lo dijeron pocos días antes de que comenzara por lo que a los comercios, hostales, restaurantes, casas rurales, hoteles les sentó bastante mal porque dicen que su pueblo vive del turismo.
Por el contrario, los vecinos a principios de febrero lanzaron una campaña pidiendo a los visitantes que no fueran al pueblo por su salud y la de todos.
Pueblo muerto desde enero
Aseguran los hosteleros que los niveles de contagios se han debido a personas que se empadronaron allí en la primera ola pero que ya no viven allí y que algunos de los casos contabilizados son de esas personas y se lo adjudican al pueblo de Navacerrada y que por eso los confinan. Aseguran que como no hay turismo el pueblo está casi muerto desde enero.
Hay hosteleros que han estado cerrados y han abierto esta semana sacando a trabajadores del ERTE en el que estaban pero si los confinan tendrán que volver a cerrar y no pueden aguantar estar abriendo y cerrando continuamente. Dicen que llevan tres meses sin visitantes y la tasa no baja, y que están peor que en los puentes de octubre y noviembre cuando estaban abiertos y la hostelería abierta.