Un vídeo de la Policía de Chicago (Illinois, EE.UU.) difundido este jueves muestra a un agente disparando fatalmente a Adam Toledo, de 13 años, cuando el niño tenía las manos en alto durante una persecución ocurrida en el barrio hispano de La Villita el pasado 29 de marzo.
Según las imágenes, Toledo tenía los brazos levantados cuando se da la vuelta y encara al policía que lo perseguía, según se ve en el vídeo grabado por una cámara policial y divulgado por la agencia que se encarga de investigar los casos de uso de fuerza letal.
El episodio duró una fracción de segundo , y según declaró la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, “fue una tragedia increíblemente dolorosa”, que seguramente provocará una respuesta emocional para todos los que lo vean.
La Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA) publicó una veintena de vídeos grabados con las cámaras de los policías desplegados en el lugar de los hechos, así como de seguridad de la zona.
En las imágenes se ve cómo el oficial dispara en el pecho al niño latino, que inmediatamente cae al suelo.
La Policía había dicho que encontraron un arma en el lugar, y que era la que supuestamente sostenía el menor. El vídeo no lo muestra arrojando una arma antes de que le dispararan. Al contrario, cuando levantó las manos, no parecía tener una arma.
La cámara corporal del oficial lo muestra persiguiendo a Toledo por un callejón en La Villita alrededor de las 2:38 a.m. del pasado 29 de marzo.
El oficial grita "Policía, deténgase", y luego le ordena que muestre las manos. En el vídeo se ve a Toledo parado junto a una cerca de madera y con algo que parece ser una arma en la espalda.
En menos de 0,85 segundos desde ese momento, el oficial le dispara al menor, cuyas manos se levantan casi hasta los hombros. Se desploma al suelo y otro oficial llama inmediatamente a una ambulancia.
Este vídeo sale a la luz después de que la muerte del joven afroamericano Daunte Wright el pasado domingo durante una parada de tráfico en Brooklyn Center (Minesota) desatase una ola de protestas contra la violencia policial.
Y todo en unos días en los que también en Minessota prosigue el juicio contra Derek Chauvin, uno de los cuatro policías acusados del asesinato de George Floyd en mayo de 2020, que desató una ola de protestas raciales en todo el país.