Los vecinos de Torres de la Alameda están entre indignados y asombrados por el carril bici que el Ayuntamiento está construyendo al pie de sus casas en el interior del pueblo, creando un problema no sólo de aparcamiento sino a los peatones ya que está en la misma salida de las casas del vecindario y en calles estrechas.
Carril bici a la puerta de casa
Los vecinos no entienden que “el ayuntamiento esté pintando un carril bici en el interior del pueblo y en la calzada. Es incomprensible que en este pueblo de 8.000 habitantes lo pongan en calles estrechas y no lo hagan en el exterior del pueblo”, donde hay suficiente espacio.
Además, no hay ciclistas que pasen por él, como ha comprobado Buenos Días Madrid. “Y ni siquiera se sabe cómo lo van a terminar –dicen los vecinos- quitan aparcamientos en las calles estrechas y ponen el carril en las puertas de las casas, entre la acera y la calzada”.
180.000 euros por pintar el carril en el pueblo
Dicen los vecinos a Buenos Días Madrid que el ayuntamiento se ha gastado 185.000 euros por pintar 7,2 kilómetros de carril bici cuando ese dinero lo podían dedicar a arreglar las aceras o los parques que según ellos “da pena verlos”. “Y es una inversión muy alta para nada, pues todo el espacio alrededor del pueblo está para que puedan circular las bicis”.
“Para fomentar el uso de la bicicleta pensamos que en un pueblo como el nuestro puede haber otro tipo de proyectos porque tenemos grandes caminos para poder ir incluso a otros pueblos, creemos que no es prioritario este carril. Se tenía que haber pensado mejor”, dice un vecino.
Quitan plazas de aparcamiento
Torres de la Alameda es un pueblo y los vecinos no tienen muchos lugares donde aparcar por lo que están muy indignados ya que con ese carril bici “nos están quitando las plazas de aparcamiento a muchos de los vecinos porque la mayoría no tienen garaje en sus casas y se tienen que ir a aparcar a casi medio kilómetro de donde viven”.
Además, el carril que está en calles estrechas es mucho más grande que la anchura de un coche “se han pasado no un poco sino bastante en la anchura”, dicen otros vecinos.