En el Paseo de las Delicias, la conocen prácticamente todos los vecinos.
Cada día, desde hace años, una mujer llega cargada con una bolsa de alpiste y se dedica a dar de comer a las palomas en los accesos a un colegio.
La calle y la fachada del edificio del colegio Nuestra Señora de las Delicias, y las aceras y tejados están repletos de excrementos.
Los padres temen que los alumnos puedan contagiarse de cualquiera de las múltiples enfermedades que pueden transmitir las palomas.
Según cuentan hay días que “a las 8 de la mañana ya está todo plagado y otros a las 9 o a las 11. No hay hora”.
“La mujer empezó con una bolsa y ahora acude con un carro”, explican.
Según aseguran los vecinos “hemos llamado al ayuntamiento y no se hace nada”, un problema que vienen “padeciendo desde hace años”.
La mujer protagonista de esta noticia no ha querido hacer declaraciones a Telemadrid.