La ola de calor deja en Madrid temperaturas de hasta 35 grados en la madrugada de este martes lo que ha complicado conciliar el sueño.
En las terrazas, el abanico ha sido imprescindible para soportar el calor y los pulverizadores han estado funcionando hasta la hora de cierre.
Los termómetros bajarán algún grado en la jornada de este martes, aunque, la sensación de calor continuará siendo alta por culpa de la calima.