Son pequeñas píldoras de madera conglomerada hechas con restos y más baratas y ecológicas que los tradicionales leños
Su venta se ha incrementado en un 100% en los últimos meses
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REDACCIÓN
Es un producto mucho más barato, es ecológico y es de producción nacional. Teniendo en cuenta cómo están los precios de la luz, volvemos a mirar a la madera. Y los ‘pellets’ o ‘pellas’ de madera son el producto estrella, el nuevo oro marrón.
Son pequeñas píldoras de madera conglomerada, que salen de los restos de la madera como serrín, astillas ... etc, excepto la corteza. Muchos los eligen en lugar de la leña para calentar su casa porque tienen muchas ventajas.
Buenos Días, Madrid, ha visitado el almacén de un distribuidor de pellets para descubrir por qué es el producto más demandado este invierno.
“El pellet tiene mayor poder calorífico, es un material sostenible y tiene un precio muy competitivo” cuenta Fernando Hernández, secretario de Apropellets (Asociación de fabricantes de Pellets).
Los pellets son mucho más eficientes energéticamente que los troncos, sacan más rendimiento, contaminan menos y también echa menos ceniza y es un producto mucho más fácil de trasladar y de almacenar.
Este año la demanda de pellets se ha duplicado, con un aumento del 100%. Grandes superficies hablan de un incremento en las ventas de estufas de 'pellets' y leña de cerca del 40%.
Los pellets se pueden vender a granel. Es la opción que eligen grandes consumidores como residencias de mayores o estudiantes, universidades o ayuntamientos. En este caso, se descargan con una tolva en camiones-cisterna que, dos o tres veces por semana, los llevan hasta el edificio. Pero el mayor aumento lo han registrado en la venta de sacos pequeños, para particulares.
Los más tempraneros hace semanas que se llevaron sus sacos de 'pellets', de 15 kilos y con ellos combaten ya la bajada de las temperaturas de los últimos días. El consumo medio es de un saco diario. A 72 sacos por palet y cuatro euros por saco, supone menos de 300 euros llevarse un palé.
Los compradores son, sobre todo, personas que viven en chalets o vivienda unifamiliares, aunque también se puede tener una chimenea alimentada por pellets en un piso. “El inconveniente, en algunos casos, es la distribución del producto” dice Fernando.
Otra ventaja que tienen, frente a una chimenea tradicional, es que “las calderas con pellets son autónomas, tienen un termostato, en la chimenea tradicional tienes que echar los troncos, en el caso de los pellets coge lo que necesita”.
Igual que las chimeneas tradicionales, las de pellets, también tiene salida de humos, “Es más pequeña que la salida de leña tradicional, de unos 8 cm”, explica Fernando.