Las autoridades suecas han confirmado este viernes el hallazgo de restos de explosivos en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, lo que confirma que el incidente sufrido a finales de septiembre pasado fue un acto de "sabotaje grave".
"En las investigaciones que se hicieron en el lugar en el mar Báltico se incautaron muchos objetos y el área está documentada de forma minuciosa. Los análisis realizados muestran restos de explosivos en varios de los objetos encontrados", informó la Fiscalía sueca en un comunicado.
El fiscal encargado del caso, Mats Ljungqvist, apuntó que el trabajo de análisis avanzado continúa "para sacar conclusiones más seguras sobre los hechos", pero que se trata de una investigación "muy compleja y amplia" y que su evolución determinará "si se puede señalar a algún sospechoso".
"La colaboración con las autoridades de Suecia y otros países funciona de forma excelente. Para continuar con la tarea y para esa cooperación es importante trabajar con calma y tranquilidad", afirmó Ljunqvist.
La Fiscalía sueca ya había informado hace un mes de que se reforzaban las sospechas de un posible sabotaje tras finalizar la inspección de las tuberías dañadas.
En total se localizaron dos fugas en cada gasoducto (ambos fuera de servicio), dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales, que los gobiernos afectados calificaron pronto como "sabotaje".
Las autoridades danesas también tienen abierta una investigación, mientras la compañía operadora del gaseoducto Nord Stream 1, controlada por el gigante ruso Gazprom, envió a finales de octubre a la zona una embarcación para examinar los daños.