Los cerca de 2.000 vecinos afectados directamente por la proximidad de la empresa Corrugados de Getafe han podido disfrutar de un regalo inesperado en medio de esta terrible pandemia del coronavirus.
Durante estos meses de parón y confinamiento, la fábrica ha cesado temporalmente su actividad y el ruido y el humo han desaparecido.
“Hemos dejado de sufrir olores y humos. Hemos dejado de escuchar ruido y podemos abrir las ventanas por las mañanas” celebra una vecina.
Los pisos están demasiado cerca de Corrugados Getafe. “El ruido y los malos olores afecta al barrio de Juan de la Cierva y se difunde por todas partes, a todas horas” asegura una vecina.
“Aquí se trabaja los fines de semana y por la noche y durante esas horas se emite mucha polución altamente tóxica de partículas metálicas” denuncia uno de los residentes.
Un 60% menos de polución
Los niveles de contaminación en Getafe han descendido más de un 60 por ciento. Pueden respirar, con mascarilla claro, como todos, pero sin olores desagradables y perjudiciales.
Ya pueden abrir las ventanas sin tener que escuchar el sonido ensordecedor de la fábrica. Pero saben que esto puede acabarse.
“Estamos muy preocupados porque nos afecta directamente a la salud” asegura una vecina. “Seguimos viendo un humo negro y soportando malos olores” lamenta una de las vecinas.
"Nos afecta directamente a la salud"
“La mejor solución es que se trasladen a otro sitio de Getafe” piden para zanjar un problema que afecta a 2.000 familias de la localidad.
Tenían una reunión programada con el ayuntamiento justo antes del estado de alarma que tuvo que posponerse. Exigen que retome la reunión y que se solucione el problema.