Trabaja como auxiliar de enfermería en una prisión madrileña y, desde hace siete años, está siendo acosada por un ex recluso.
Este preso, ya en libertad, le escribe mensajes acosándola. Ella teme por su vida y por la de sus hijos.
Empezó amenazándola de muerte y acabó "enamorándose", obsesionándose con ella.
Le envía cartas en las que fantasea con vivir juntos y hasta con tener hijos.
Ella teme por su vida y, sobre todo, por la de sus hijos. Es consciente de que es un enfermo mental.
Siente que se estrecha el círculo y que cada día está más cerca de dar con su domicilio. Asegura haber aprendido a convivir con el miedo.