Desde el mes de julio, la Comunidad de Madrid está recogiendo muestras de aguas fecales para detectar posibles casos de coronavirus en la región. Cada vez hay más evidencias de la relación entre la presencia del Sars-CoV-2-en las aguas residuales y el número de casos infectivos y de ingresos hospitalarios. Estos test son una especie de 'aviso' de lo que está por llegar.
Ya se están recogiendo muestras en 293 pozos de la red de alcantarillado con una frecuencia de entre una y dos veces a la semana para detectar posibles muestras de coronavirus. Ahora, a través de un trabajo conjunto con matemáticos y físicos, se ha llegado a la conclusión de que existe una "relación muy robusta", según el viceconsejero de Sanidad, entre la presencia de coronavirus en las aguas fecales y el número de casos infectivos y de ingresos hospitalarios.
La metodología empleada por el Canal de Isabel II permite identificar "tendencias" que se catalogan con un código de colores. El verde se utiliza cuando no se ha detectado presencia de SARS-CoV-2, el virus responsable del Covid-19, en la última muestra, el naranja cuando se ha detectado en dos muestras sucesivas con tendencia decreciente y el rojo cuando se ha detectado en dos muestras sucesivas con tendencia creciente.