Los niños tienen este domingo una cita con la Virgen de La Paloma en la Fiesta de las Candelas
Los padres llevan a sus hijos para mostrarlos ante la imagen de la Virgen
MARÍA LÓPEZ MUÑOZ
No creas que los bomberos bajan el cuadro de la patrona oficiosa de Madrid sólo en su día: el de la Virgen de La Paloma, el 15 de agosto. Hay un instante en el que podemos volver a revivir este momento tan especial a lo largo del año: la fiesta de las candelas.
Este domingo, 2 de febrero, a las 19.00 horas, Madrid y en particular sus bebés y sus niños tienen una cita con su Virgen más popular.
Una tradición que viene de lejos: fue la cuñada de Isabel Tintero -la vecina que encontró el lienzo de la Soledad en un corral de madera allá por 1787- quien rezó ante la imagen de la Paloma y le pidió tener un buen parto. Nada más nacer su hijo se lo presentó a la Virgen pidiéndole protección para el pequeño y desde entonces comenzó una tradición que dura, ya lo ven, más de dos siglos.
Cada 2 febrero en la madrileña iglesia -calle Toledo, 98- los padres piden a la Virgen que proteja a sus hijos. El sacerdote va acercando a los niños a la imagen.
Más de un centenar cumple cada año con la tradición. Llegan desde todos los puntos de la región y es una "muestra más de la devoción que tiene el pueblo de Madrid por la patrona popular". "Yo siempre digo", nos comenta el párroco Gabriel Benedicto, "que es la Virgen que más quieren los madrileños". Sobre todo vienen con cariño y sentimiento de agradecimiento. "Es casi imposible separar ser madrileño de venerar a la Virgen de la Paloma. Los padres van pasando con niños de todas las edades. Unos vienen a pedirles protección que crezcan sanos y otros a dar gracias", añade.
Hablamos con Maica, quien participó el año pasado porque su pequeño "ha estado muy malito y creemos que la Virgen le tendió su mano, ha salido adelante y vinimos el año pasado, pero también vendremos este a darle las gracias".
Isabel II llevó a todos sus hijos
Esta tradición se inició aquí en Madrid y fue propagándose por todos los rincones de España. En otros puntos es lo que se conoce como pasar por el manto de la Virgen a los niños. Aquí, a falta de manto, y como la imagen es un cuadro, se pasa a los pequeños ante la imagen de su Señora.
La mismísima reina Isabel II presentó a todos sus hijos ante la Virgen de la Paloma y fue, como una madrileña más, a rezar durante sus embarazos desplazándose desde el Palacio Real hasta la calle Toledo.
A lo largo del año muchas de las mujeres que esperan un hijo acuden a la Paloma. Tanto es así, que hay incluso una sala llamada de Puérperas, que significa en castellano antiguo recién paridas.
Este 2 de febrero un año más los madrileños volverán a cumplir con la tradición. La procesión comenzará con una vela encendida en el interior del templo y tras la Eucaristía se procederá a bajar el cuadro para que todos los niños se acerquen.
Por cierto, el retablo sigue en obras, pero muy pronto le podremos ver ya restaurado. De momento, a la Paloma ya ven que no le falta trabajo. Los niños y sus familias tienen una cita con ella. Quién sabe si en su agenda habrá marcado en rojo un: ¿nos vemos este domingo a las siete de la tarde?