Es uno de los mayores brotes detectados hasta ahora. Un viaje a Mallorca para celebrar el fin de la Evau que ha terminado con centenares de contagios, de momento 400 casos, pero podrían ser más. Miles de jóvenes de toda España viajaron a 20 hoteles en El Arenal y Magaluf.
Allí asistieron a un concierto que la Policía tuvo que suspender porque ni se guardaban las distancias ni casi nadie llevaba mascarilla.
Claudia del Pozo es una de esas jóvenes que estuvo en Mallorca y ahora está contagiada y está en casa haciendo la cuarentena hasta el día 1 de julio. De su curso viajaron 21 estudiantes y se han contagiado 14.
“Todos éramos conscientes cuando volvimos de que nos habíamos pasado y que había que ser responsable con las consecuencias”, dice a Buenos Días Madrid. Claudia es asintomática y dice que se encuentra bien.
Asumir la responsabilidad
“Creo que es algo que no piensas, simplemente estás ahí y la situación se desmadra, luego sí que es verdad que llegas a la habitación del hotel y dices ¡Madre mía! La que se ha liado aquí”, señala.
Claudia manda un consejo a los jóvenes: “Les diría que hay que recordar que la mascarilla hay que ponérsela y que con ella se evitan muchos contagios y si además se guarda la distancia de seguridad es mucho más difícil contagiarse”. Dice que la EvAU le fue “bastante bien, un 12 acabé sacando” y que quiere ahora estudiar para ser una futura abogada.
Más de 400 estudiantes se han contagiado en 6 comunidades autónomas tras los viajes de fin de curso realizados a Mallorca. 245 de ellos son en Madrid.
Sin mascarilla
Fueron en un autobús hasta Valencia el día 12 y allí cogieron el ferry a Mallorca. Nada más embarcarse había organizada una fiesta sin mascarilla y en el que era imposible controlar al personal. Claudia y sus amigas estaban sentadas en sillas intentando alejarse un poco de la zona en la que más estudiantes se aglomeraban y bailando porque pensaban que había que intentar tener cuidado.
Claudia asegura que poco más o menos los organizadores estaban incitando a no guardar las medidas de seguridad y señala que se vendía alcohol en la cubierta y no se distinguía si la gente era mayor de edad o no.
Conciertos y macrobotellón
El 15 de junio acudieron a un concierto de reggaetón en la plaza de toros en las había unas 1.200 personas. Dice que al principio todo el mundo estaba sentado y con las mascarillas, pero con la llegada de la noche y la venta de alcohol se empezaron todos a saltar esas normas.
Además, dice que muchos de los estudiantes que estaban en ese viaje acudieron a un macrobetellón en el que tampoco se guardaban las medidas de seguridad.
Cuando llegaron a Madrid ella y sus amigas pensaron que si no se habían contagiado en Mallorca ya no lo cogerían, pero decidieron por voluntad propia hacerse una PCR y 14 de ellos dieron positivo. Por fortuna están asintomáticos y en buen estado.