Bares y restaurantes cuelgan para estos días el cartel de todo reservado y miran de reojo la posibilidad de que Sanidad endurezca restricciones tras la Semana Santa ante el temor de una cuarta ola, según ha dicho la ministra Darias. Lo último ha sido la posibilidad de cerrar el interior de los bares cuando la incidencia sea mayor de 150 casos.
Jaime Rincón, propietario de Casa Carmela, no está de acuerdo con este cierre y manifiesta a Buenos Días Madrid que “tendremos que adaptarnos y aceptar las normas, pero sería la ruina para muchos que llevamos mucho tiempo con estas restricciones y sobre todo para quienes no tienen terrazas ni salida alguna”
Cuenta Rincón que “ahora mismo yo tengo al 75% de aforo el restaurante. Tengo gente trabajando y si cierro el interior tengo que mandar al ERTE a los trabajadores”. Su restaurante sólo tiene un espacio al aire libre en un patio interior para poner 10 mesas y si les obligan a cerrar solo podría quedarse con esas mesas y con un camarero y un cocinero, el resto volvería al ERTE, con el 70 por ciento de su nómina, a cobrar con retraso y con todo lo que ello conlleva para ellos, alquileres, familia, etc…
Sumar pérdidas
Indica que los clientes cumplen con las normas y “la gente solo se retira la mascarilla a la hora de comer. Tenemos todas las medidas anti Covid como el uso mascarillas y estamos ventilados todo el rato, la gente hace mucho caso y todos estamos procurando la seguridad”.
Asegura Rincón que en 2020 ha tenido 35.000 euros de pérdidas y que tiene que pagar seguros, gastos, nóminas y alquiler del local y señala que si ahora mismo no puede entrar nadie al interior de su restaurante tendría que cerrar.