Los vecinos de Hortaleza rechazan un gimnasio moderno junto a su Iglesia y se oponen a la tala de árboles
La autorización para talar casi un centenar de árboles en el casco antiguo de Hortaleza ha puesto en pie de guerra a los vecinos. Los árboles rodean la plaza de la Iglesia y con la tala se pretende adecuar el terreno para la construcción de un gimnasio privado. Dicen además que la obra destruirá algunos de los edificios más antiguos de este distrito del noreste de la ciudad.
Ya se han talado unos 90 árboles y el problema viene de atrás, desde 2016, cuando el Ayuntamiento autorizó esta tala. Estos árboles formaban parte del jardín antiguo de la Iglesia y “ahora se va a poner un gimnasio de arquitectura moderna lo que quedaría como un auténtico pegote”, dicen los vecinos.
Están en contra por esta razón y porque “el proyecto se puede situar perfectamente en otro lugar sin destruir la arquitectura de la zona”. Creen que el edificio moderno que se proyecta al lado justo de esta Iglesia mudéjar “dañará el casco antiguo de Hortaleza”. Piden al Ayuntamiento que se lo replantee.
Árboles enfermos
Por su parte, el Ayuntamiento de Hortaleza explica que la autorización que dio para la tala de 90 árboles en el casco viejo respondía a que eran ejemplares "secos, enfermos o envejecidos" y que la promotora del gimnasio entregó los árboles de reposición a los viveros municipales el 3 de diciembre de 2019.
En la parcela que la congregación de los Padres Paules tienen en la calle Mar Adriático 13, la empresa Ingesport quiere instalar un gimnasio. Para ello se aprobó un Plan Especial en mayo de 2015, sin alegaciones, con los votos a favor de PP y Ahora Madrid y en contra del PSOE y Ciudadanos.