Carlos I de Francia. Un rey que nada más coronarse, movido por la euforia, buscó a su equipo para celebrar su coronación y nos regaló esta emotiva estampa con sus padres.
Carlos Alcaraz besó su primer Roland Garros y el himno nacional resonó en París. Los recogepelotas más jóvenes querían su foto con el nuevo rey y con vítores y aplausos le recibían de camino al vestuario.
Mientras en El Palmar, Murcia, donde le vieron crecer, sus vecinos vibraban con cada punto. Celebrando el ascenso de la dinastía Alcaraz.