Hay cosas que tienen difícil explicación. Un árbitro es atendido en el suelo mientras los futbolistas celebran una victoria. Ha sucedido en la semifinal de la Copa del Congo. El Tanganica se clasificó por penaltis y los aficionados del Kinsasa se tomaron la justicia por su mano.
Tras la primera patada, comienza la persecución por todo el campo. El árbitro parece sortear todas las agresiones. Pero cuando ya parece asegurada su integridad rodeado de policías, un aficionado vestido de blanco le propina un fuerte golpe por la espalda.
La siguiente escena nos traslada al túnel de vestuarios. El colegiado, tendido en el suelo, atendido por los médicos del equipo Tanganica, sin dar señales de vida.
Una escena surrealista porque a escasos dos metros, los vencedores, festejan el pase a la final. Por redes sociales se extiende la certeza del fallecimiento del colegiado, aunque los medios congoleños aseguran que está luchando entre la vida y la muerte