El sueño de un niño se ha convertido en realidad. Kylian Mbappé sigue los pasos de Cristiano Ronaldo, leyenda a la que idolatra y que le ha convertido en creyente en la religión cristiana. Lo que un día fue el astro luso, hoy nos recuerda a Mbappé. Su presentación en el Santiago Bernabéu, un calco a la de su ídolo, pero el astro francés ya no es simplemente un fan.
Una amistad que va más allá de lo personal. Una pasión que se ve reflejada sobre el terreno de juego. Mbappé no se quiere quedar atrás. Se mira en un espejo que no hace más que sonreírle.