Kylian Mbappé, lejos de los terrenos de juego, de los títulos, los goles y los focos, se encuentra el lado más humano de la nueva estrella del Real Madrid.
La faceta solidaria del delantero francés comenzó en 2018 cuando tras ganar el Mundial de Rusia 2018 decidió donar toda la prima a una asociación de París dedicada a niños desfavorecidos. Sólo dos años después creó su propia fundación.
Mbappé tampoco olvida el origen de su familia, en Camerún, donde ha construido una escuela benéfica.