El Real Madrid le dio todo a Cristiano Ronaldo, desde Balones de Oro, The Best y Botas de Oro. Era un dios para el madridismo.
En nueve años de blanco marcí 451 goles que fueron claves para conquistar cuatro Liga de Campeones, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, dos Ligas y dos Copas del Rey, pero el día de la Decimotercera Cristiano dijo basta. Su ego pudo más que la razón.
Ronaldo decidió pasarse al lado oscuro y en Turín nunca terminó de ser feliz. Su media goleadora empezó a caer. De los 50 ó 60 goles por temporada pasó a la mitad.
En su tarjeta dejó 101 goles en tres campañas. Ganó dos Scudettos y una Copa con el Juventus, pero no llegó para competir en la Liga de Campeones. Sus lágrimas dieron la vuelta al mundo. Otra vez tocaba hacer las maletas y Manchester fue el destino elegido.
Pero volver a sus orígenes tampoco ha sido la mejor decisión, un año después Cristiano Ronaldo ha pedido salir del Manchester United.
Sus 24 goles no han valido para salvar una campaña desastrosa. El United jugará la Europa League la próxima temporada.
Con 37 años el delantero portugués busca una última oportunidad para ganar la Champions. Cristiano ya ha dejado claro que le busquen una salida y está decidido a gastar su última bala en la élite del fútbol mundial.