Delonte West y otras caídas a los 'infiernos' en el deporte
IRENKA ZUFIRIA
Delonte West, otro juguete roto del deporte. Demacrado y exposado. Es la imagen de West en plena caída libre.
Uno de los magos de la canasta que llegó a ganar 16 millones de dólares, y al que sus problemas mentales y sus vicios le han llevado a perderlo todo, incluso la dignidad.
Pero son más las tristes historias que se encuentran en el mundo del deporte. Los denominados juguetes rotos del deporte. De la fama a la quiebra.
Así le ocurrió al Poli Díaz. Se le vio vender agua para conseguir su dosis en Las Barranquillas. Fue campeón de Europa en ocho ocasiones, pero se bajó del cuadrilátero para mendigar droga y reñir con la justicia.
También el boxeo le permitió todos los lujos y abusos a Mike Tyson. El atleta mejor pagado de la historia. Llegó a acumular 300 millones de dólares. Y hoy vive de sus recuerdos. Fue una supercampeona mundial.
Jones, Gascoigne y Best
La atleta Marion Jones también acabo en la cárcel, arruinada y debatiéndose con el suicidio. Paul Gascoigne pasó de jugar al fútbol a jugar con la muerte. Tirado, borracho y rogando cocaína son sus últimas apariciones.
Otro de los grandes talentos del fútbol, George Best, dilapidó su fortuna en alcohol y fiestas. Es leyenda del Manchester United, pero El quinto Beatle, se despidió con un mensaje: no mueran como yo. Fama, dinero y excesos. La ecuación perfecta para acabar en tragedia.