El Real Madrid visita este martes (21.00 horas / Onda Madrid) al Chelsea inglés en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, en un duelo en el que los vigentes campeones deberán defender hasta el final su ventaja de dos goles para certificar sus undécimas semifinales europeas en las últimas 13 temporadas ante un rival que sigue sin encontrar su identidad y se refugia en esta competición para salir a flote con una remontada necesaria y urgente.
Por muy mal que el equipo madridista camine en el campeonato doméstico, consigue, casi siempre, alcanzar su mejor nivel de la temporada en el tramo en el que se decide todo a nivel continental. Mientras que el año pasado su amplia ventaja sobre el segundo clasificado en LaLiga Santander le permitió contemporizar y ahorrar esfuerzos, este curso también lo podrá hacer en abril, aunque por el motivo totalmente opuesto.
Pese a recortar dos puntos este fin de semana, los once de renta del Barça convierten el título liguero en un casi imposible. Por ello, el Real Madrid se permitió el lujo de dosificar esfuerzos ante el Cádiz, dando descanso a intocables como Vinicius, Kroos y Carvajal, que no disputaron ni un minuto, y Camavinga y Modric, que fueron suplentes.
Y el rendimiento del equipo no sufrió ningún bajón. De hecho, la mezcla entre habituales y los que no lo son tanto fue perfecta en el triunfo (0-2) solvente frente a los cadistas, víctimas de un aluvión de ocasiones del conjunto merengue, al que le faltó una tradicional pegada que no debe ausentarse en Londres para evitar sustos.
El Real Madrid viaja a Londres con el colmillo afilado, pletórico y en su versión más alegre y fluida en ataque. Y es que desde que dijera adiós a la Liga en el clásico del Camp Nou (2-1), suma 109 remates totales en cinco encuentros, casi 22 y más de cuatro ocasiones de gran peligro en cada uno de ellos, por los poco más de 16 lanzamientos y dos grandes acercamientos al área rival de las que gozaban antes del duelo liguero en el estadio azulgrana.
Ahora, el campeón deberá tener presente el susto que le dio el Chelsea el año pasado en una situación similar, pero jugando en el Bernabéu. Para ello, será clave que no salga dormido como le ha pasado en otras noches europeas recientes porque el Chelsea saldrá mucho más ofensivo y sin nada que perder.
Para este definitorio duelo, Ancelotti parece que repetirá el once del Bernabéu, aunque la duda puede estar en si optará por darle un toque más defensivo con la entrada de Nacho Fernández en el lateral izquierdo para pasar a Camavinga a su puesto natural, flanqueado por Kroos y Modric.
Esto provocaría que Rodrygo Goes, que firmó un gran partido en el Nuevo Mirandilla, dejase seguramente su hueco a Fede Valverde para jugar arriba con un Vinicius con energías renovadas para volver a amargar la noche a Reece James y un Benzema al que se le da bien el Chelsea.
Hundido en la Premier tras caer el sábado en casa ante el Brighton (1-2) y que provoca que no gane desde que sentenciase al Dortmund en octavos, el equipo de Frank Lampard afronta este martes uno de los mayores retos de su historia en Europa, obligado a remontar el 2-0 de la ida para agarrarse a este 'clavo ardiendo' que representa la Champions.
El nuevo técnico blue, que aún no ha podido encontrar la identidad de un equipo regado con millones y repleto de estrellas, dejó fuera de la convocatoria liguera a Havertz, con molestias en la rodilla, Thiago Silva y Kanté, y otros futbolistas importantes, que también apuntan a titulares, como Kovacic, Joao Félix o Reece James se quedaron en el banquillo.
Sin Koulibaly, sustituido en el Bernabéu por un problema muscular, y con Chilwell sancionado, y con la obligación de ser más ofensivo, el excentrocampista parece que optará por cuatro atrás, con Cucurella en el lateral izquierdo. El trinomio en el medio Kanté-Enzo-Kovacic es inamovible, mientras que Havertz, si su rodilla se lo permite, volvería a un once con Sterling y Joao Félix.