Real Madrid y Movistar Estudiantes protagonizan el último de los enfrentamientos de cuartos de final de la Copa del Rey en un derbi más especial que nunca, porque a todos los condicionantes de un choque de máxima rivalidad vecinal se une la maldición del organizador del torneo.
Hace 17 años que el organizador de la Copa no la gana, el último que lo logró fue el Baskonia en 2002. Y los dos equipos madrileños se enfrentan a las primeras de cambio. Así que el que pase tendrá que sumar a su mochila este dato.
La ilusión estudiantil
El Estudiantes llega con el hecho favorable de haber ganado el derbi liguero disputado esta temporada, 93-88, el pasado 6 de enero en la misma pista en la que se jugará la Copa.
Los colegiales parece que apostarán por un derbi total, al ataque, a la carrera, con un ritmo de juego lo más alto posible. "Tenemos que jugar con mucha energía", dijo Nik Caner-Medley.
Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, afirmó que "en el último mes y medio se está viendo al mejor Estudiantes del año" y el capitán madridista Felipe Reyes, el jugador con más experiencia en esta competición, que participará en la que va a ser su vigésima ocasión avisó de que "nadie en el vestuario está crecido ni piensa que va a ser un partido fácil".
Barça y Tenerife ya están en cuartos
El Barcelona se clasificó para las semifinales al derrotar al Valencia Basket por 86-79, en un partido en el que los levantinos dominaron durante 30 minutos y tuvieron opciones durante 37.
Thomas Heurtel (17 puntos) fue el gran motor de su equipo, y también fue su mejor anotador, contando con la ayuda de Chris Singleton (11 puntos) y Pau Ribas (15 puntos), además de un más que notable Ante Tomic (14 puntos).
Su rival en semifinales será el Iberostar Tenerife, que logró el billete tras tumbar, a base de solidez defensiva y dominio del rebote, a un gris Unicaja que se mostró inferior de principio a fin y volvió a tropezar en el torneo a las primeras de cambio (88-78).
Homenaje a Navarro
Juan Carlos Navarro recibió un homenaje en el descanso del partido de cuartos de final entre el Barcelona y el Valencia, en el WiZink Center, donde el presidente de la ACB, Antonio Martín, le entregó la insignia de oro y brillantes de la asociación.
Precedido por un grupo de niños y niñas con las camisetas de los 18 equipos de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y con los 13.000 espectadores del palacio de los deportes madrileño en pie y aplaudiéndole, Navarro recibió la insignia y el trofeo.