Lesionado Luis Suárez, aún de baja Moussa Dembélé y presionado como nunca el Atlético de Madrid en el liderato de la Liga, surge un examen decisivo para Joao Félix, el futbolista diferente del equipo rojiblanco, avalado por su talento, enfrentado contra las dudas y exigido para dar ya el paso adelante.
Lo necesita el Atlético. Y lo necesita él. Mientras asoma el fin del curso y LaLiga Santander se comprime en la pugna por el título de tal manera que el conjunto dirigido por Diego Simeone ya no puede permitirse, al menos por ahora, ni el más mínimo error -una derrota contra el Betis lo apartaría de la cima sea cual sea el resultado del 'clásico' entre el Real Madrid y el Barcelona-, los focos apuntan al Menino de ouro, a su pieza más desequilibrante, más aún cuando no está disponible Luis Suárez, que es el más determinante.
No estará el goleador uruguayo en el enfrentamiento dominical contra el Betis en el Benito Villamarín, pero el Atlético y Joao también han demostrado su capacidad para ganar sin él. Lo hicieron por ejemplo en Pamplona, con un 1-3, de los que dos goles los aportó él. En El Sadar se vio uno de los mejores ratos de fútbol del equipo al comienzo del segundo tiempo. A su lado en el ataque jugó Ángel Correa, como este domingo, sin el '9' de referencia tan habitual.
Simeone ya tiene definido su once para el domingo, salvo cambio de última hora en la única sesión que queda -este sábado- antes del partido. Además de Joao y Correa, contará de inicio con los centrocampistas
Thomas Lemar, Héctor Herrera y Koke Resurrección; los carrileros Kieran Trippier y Yannick Carrasco; los centrales Stefan Savic, José María Giménez y Mario Hermoso; y el portero Jan Oblak, según sus pruebas de la semana, incluido este viernes.
Joao Félix ya está listo para volver a la competición y al ataque dos encuentros después. No jugó contra el Alavés por ciclo de cinco tarjetas amarillas y no participó en Sevilla por el citado golpe en esa articulación.
Dos contratiempos más para un futbolista cuyas condiciones son indiscutibles, mucho más de lo que las ha trasladado al terreno, al menos a la constancia con la que lo ha hecho, apagado en los últimos tiempos entre la indefinición, la responsabilidad defensiva, algún gesto polémico -al banquillo cuando celebró su gol al Villarreal-, alguna declaración de Simeone -cuando habló de voluntad por encima del talento de forma genérica- y, sobre todo, los altibajos.