Francisco Rodríguez, entrenador del Rayo Vallecano, reconoció al término del partido ante la UD Las Palmas (0-1) que "lo más justo" hubiera sido un empate, pero se mostraron siempre "ambiciosos" porque se presentaron "muchas veces" en la portería rival y eso les dio el premio con el penalti que convirtió el portugués Tiago Bebé en el tiempo de prolongación.
El técnico almeriense dijo en rueda de prensa que era un encuentro "para madurarlo", en el que era importante "no perder la concentración defensiva ni equivocarse en la presión", y admitió que los cambios introducidos en la segunda parte le sentaron "muy bien" a su equipo.
Aunque no es partidario de "individualizar", sí reconoció que la aportación del argentino Óscar Trejo fue "muy importante" para sumar los tres puntos, con su labor en el centro del campo y forzando el penalti cometido por Álex Suárez en el tiempo añadido.
Francisco explicó que en la pena máxima señalada a favor de Las Palmas, y que falló Munir en el minuto 34, sus jugadores reclamaron una plancha previa de Javi Muñoz, pero el árbitro consideró que la distancia con el jugador del Rayo era suficiente "para levantar el pie a esa altura".
En ese penalti, el portero macedonio Stole Dimitrievski "hizo su trabajo" y les permitió "seguir vivos en el partido".
Además, preguntado por la ausencia en la convocatoria rival de Jonathan Viera, el entrenador del Rayo Vallecano fue muy claro: "No contaba con que estuviera, hemos preparado el partido sabiendo que no iba a jugar".