El entrenador del Rayo Vallecano, Iñigo Pérez, aseguró tras el empate ante el Villarreal (1-1), que a su equipo le entró “miedo escénico” tras la expulsión y lamentó no haber aprovechado la superioridad numérica de su equipo.
“Antes de la expulsión era el partido imaginado”, dijo el preparador vasco, que admitió los problemas de su equipo hasta que llegó el descanso. “En la segunda parte hemos entendido mejor el partido y hemos podido desnivelar el marcador, sabiendo que el potencial del Villarreal es muy alto”, señaló.
“El empate nos deja un pequeño amargor, porque cuando estás con uno más hay que ganar casi por obligación, pero los partidos cambian poco pese a la superioridad. Es algo que estamos viendo”, razonó el técnico rayista.
“Hemos jugado en un campo complicado y hemos estado bien, aunque no hemos sabido leer el partido del todo”, finalizó.