El lío con el contrato de cesión de Antoine Griezmann no para. El club rojiblanco debería pagar 40 millones de euros al Barcelona, en concepto de traspaso después de sus dos años de cesión, en el caso de que el internacional francés juegue al menos 45 minutos en el 50% de los encuentros que esté disponible entre la pasada temporada (30 de 37) y la actual, en la que ninguno de sus cinco duelos (todos a partir del minuto 60) cumplen con la citada condición.
El 81% de la pasada campaña lo condiciona todo para el presente curso, en esa rebaja (o presión para el Barcelona) que se propone el Atlético para reducir el porcentaje de encuentros bajo esas premisas del futbolista francés.
Ahora está en un 71%, diez puntos por debajo de lo que terminó el ejercicio anterior, pero no es tan fácil reducirlo por debajo de la mitad. Para hacerlo con toda la celeridad posible y plantearse, quizá, otro escenario o fórmula para repartir su tiempo sobre el terreno de juego en momentos más definitivos de la temporada, debería jugar menos de 45 minutos (tiempos añadidos incluidos) todavía en cada uno de los próximos 18 encuentros que esté disponible para Diego Simeone.
Sin embargo, el FC Barcelona asegura que ya se ha cumplido el contrato, porque lo que vale es el primera año y no el segundo, por lo que el Atlético deberá pagar los 40 millones de euros.