José María Enríquez Negreira, el ex número 2 del Comité Técnico de Árbitros, apunta también al actual presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, dentro del caso de presunta corrupción del club azulgrana por unos pagos millonarios a cambios de "informes arbitrales" entre 1994 y 2018.
Según el diario El Mundo, Negreira reclamó dinero al Barcelona "después de tantos años de favores prestados".
En otro burofax, el ex vicepresidente del CTA exigió el pago de atrasos y dijo que prestó "servicios por indicación de los presidentes", citando a los señores Laporta, Rosell y Bartomeu.
Mientras, la indignación del resto de clubes del fútbol español va en aumento. El presidente del Sevilla, José Castro, calificó como "muy grave" que "un árbitro o, en este caso, un dirigente del colegio arbitral reciba dinero de ningún club, sea del Barcelona o de cualquier equipo", en referencia al caso Negreira .
"Fuimos los primeros en quejarnos y exigimos que la investigación llegue hasta el final, no por el Sevilla, sino por todo el fútbol español, cuya imagen está ahora en entredicho", declaró.
La noticia ha trascendido nuestras fronteras y ha habido reacciones muy curiosas, como la del exfutbolista alemán Karl-Heinz Rummenigge, miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA, quien aseguró que no le sorprendió la noticia del pago por parte del Barcelona al vicepresidente de los árbitros José María Enríquez Negreira, ya que cada vez que jugaba en España (Bayern de Múnich) "tenía una sensación extraña".
"Créeme cuando te digo que me reí al leer esta noticia", declaró en una entrevista con el diario italiano Corriere dello Sport.
"Sin embargo, no me sorprende. Cada vez que jugábamos en España tenía una sensación extraña. Son cosas inaceptables que no solo afectan al torneo nacional. El tema arbitral también debe abordarse con mucha seriedad y respeto", apuntó tajante el exdirector ejecutivo del Bayern de Múnich.