Luis Enrique Martínez, seleccionador español de fútbol, rebajó la tensión con la que saltarán sus jugadores en los dos últimos partidos de clasificación al Mundial 2022, con la obligación de ganar a Grecia en Atenas y Suecia en Sevilla, con un mensaje "optimista", convencido de que vencerán ambos encuentros y asegurando que "los pensamientos generan energía" y él es "muy happy".
A Luis Enrique no le gustó la preocupación que sentía en la sala de prensa del Olímpico de Atenas y rebajó tensión con su mensaje, consciente de que llegará a sus jugadores. "Hay que ser optimista y pensar que todo va a salir muy bien porque los pensamientos generan una energía, las acciones, la manera de afrontar la vida y yo soy muy happy. Pienso que vamos a ganar los dos partidos, a superar las dificultades y ya habrá tiempo de pensar en cosas feas", dijo cuando fue preguntado por la repesca a la que caería España si no vence los dos partidos.
El seleccionador respaldó su optimismo en lo que ha sentido en los días de trabajo con sus jugadores. "Tengo mucha suerte porque después de ver las sesiones de entrenamiento, la verdad es que soy más que optimista. Me siento más que confiado y tranquilo a la hora de valorar el partido. Soy muy afortunado de ser seleccionador de un país que tiene 60 jugadores de nivel para la selección y lo que me han transmitido es para estar tranquilo, con confianza y preparado para las adversidades porque es indudable que va a ser un partido difícil", aseguró el seleccionador nacional.
Para Luis Enrique, la Selección española "tiene que estar obligada a intentar ganar cada partido" y defendió que están acostumbrados a hacerlo con presión. "Siempre hay presión, no ha habido un solo partido como seleccionador que no haya tenido la presión de ganar. Os veo preocupados por la presión, tuve quince años de jugador y doce de entrenador, bendita presión, que maravilla, el problema es cuando no la tienes", afirmó.
"Luis Enrique ha nacido con presión en Gijón, un paraíso mundial. He tenido la suerte de jugar con presión desde muy temprana edad, me va la marcha. La verdad fui muy sincero el día de la lista, pero después de verlos entrenar solo me queda transmitir la confianza que me hacen sentir para que desarrollen al máximo su juego", añadió.
Defendió Luis Enrique que el premio de sellar el pase a un Mundial genera una ilusión mayor a la responsabilidad que puede sentir el jugador ante el fracaso. "Darnos toda la presión del mundo que el equipo ha demostrado siempre que con presión rinde, sin ella no seríamos la Selección española".
"La ilusión que tenemos por ganar estos dos partidos es tan grande que estamos en la misma situación que cada partido. Nuestra responsabilidad es representar a nuestro país y se valora luego como se da el partido. El error quizás sea mío por ser tan sincero el día de la lista pero para que estéis tranquilos, la presión es la misma", sentenció.