Despedida convulsa y caótica de Diego Armando Maradona, que contrasta con el entierro en la intimidad que se celebró después en un cementerio a 30 kilómetros de Buenos Aires.
La familia del futbolista adelantó el cierre de la capilla ardiente y el entierro, lo que provocaba disturbios y un enorme enfado por parte de sus seguidores.
Y es que muchos llegaron a esperar en vano frente a la Casa Rosada, el edificio presidencial, donde se velaba el cuerpo de Maradona. La frustración ha acabado en protestas e, incluso, un asalto del edificio, que ha hecho de la despedida del astro una auténtica locura.
Argentina le ama y no le olvida. La despedida de Maradona ha sido como su fútbol: exagerada, espectacular, Miles de personas acompañaron al Pelusa en su último viaje. Su última jugada fue narrada con la misma pasión que cuando Diego asombraba en el campo.
También Nápoles despidió a Diego con honor en el césped en el que ganó la liga italiana con los napolitanos. Los jugadores lucieron el mítico 10 y el apellido del Pibe de Oro. Maradona descansa ya en paz, su fútbol vivirá para siempre.