Es la penúltima salida de tono del número 4 del tenis mundial, Daniil Medvédev. El ruso ya no sabe qué inventar cuando se aburre en una pista de tenis.
No es la primera vez que recibe el reproche del público ni la última en la que se enfrenta a los espectadores.
Ira contra la raqueta
Los jueces de silla tampoco se libran de su ira, aunque la gran perjudicada casi siempre es su herramienta de trabajo, la raqueta.
Un gran tenista disfrazado de cómico de película de serie B. Aunque la mona se vista de seda, Medvedev se queda.