Los dos últimos ganadores del Open de Australia. Rafa Nadal aún tiene energía para continuar pese a las continuas lesiones y a sus 35 años, mientras Ash Barty ya no tiene recursos físicos ni mentales para seguir jugando pese a sus 25 años.
"Ya no tengo el empuje físico ni emocional necesario para dar el máximo nivel, nunca más. Sé que ahora estoy absolutamente agotada. Y sé que físicamente ya no puedo dar más", ha dicho Barty.
Con 35 años y una lesión crónica, Nadal se declara "hundido" porque una fisura en las costillas le obliga a parar. Con 25 años, y pese a ostentar el número uno del mundo sin lesiones graves, Barty dice adiós entre lágrimas.
A Nadal le mantiene su fortaleza mental. A Barty, diez años menor, el corazón le dice basta por segunda vez. Con 17 años ya protagonizó una primera retirada para dedicarse dos temporadas al crícquet, antes de regresar al tenis. "Mi corazón me dice que hago lo correcto. Sé que esto ya lo he hecho antes, pero ahora es un sentimiento muy diferente", ha dicho dicho.
Lo deja en su mejor momento. Encabezando el ránking durante tres años consecutivos, y después de ganar en casa su tercer Gran Slam, tras sus triunfos en Roland Garros y Wimbledon.
Ya no tiene ilusión ni ganas, aunque la emoción de la despedida aflora, tras finalizar la entrevista con su amiga Casey Dellaqua.