En 2009, el Real Madrid presenta a sus dos mejores apuestas ofensivas, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. Son los grandes aciertos de una lista de delanteros que, desde entonces, suma 562 millones de inversión.
La búsqueda del gol pasa entonces por distintas apuestas. La primera, la continuista de fichajes galácticos. Llegó Gareth Bale tras una gran inversión recompensada con 116 goles en ocho temporadas.
Y la de Hazard, aún más costosa, con un rendimiento decepcionante de seis goles en tres campañas. Morata representa la apuesta de retorno y de fichajes consolidados en otras ligas.
Junto a goleadores contrastados como Chicharito, Mariano o Jovic que, en el Real Madrid no han ofrecido su mejor rendimiento.
Asensio encabeza la apuesta de futuro con futbolistas jóvenes Los 49 goles del balear junto a los 37 de Vinicius y los 18 de Rodrygo consolidan un proyecto que sigue buscando gol.