Afinando la puntería en Prístina (Kosovo) y con la vista puesta a 800 kilómetros al sur, a lo que suceda en Atenas en el Grecia-Suecia. Aunque Luis Enrique prefiere ver la botella medio llena.
"Como siempre lo que nos rodea es negativo, al final es más fácil destacar lo malo, pero dependemos de nosotros mismos", señala el seleccionador español.
Y así es. El único problema es que depender de nosotros pasa por ganar los tres partidos restantes del grupo, y probablemente también dos eliminatorias de repesca a partido único. "Es difícil jugar con la presión de tener que ganar siempre", destaca Luis Enrique.
Pueden ser necesarias cinco victorias consecutivas de una selección que con Luis Enrique empata más que gana: apenas 9 triunfos en 20 partidos desde su regreso. Misión nada sencilla que empieza este miércoles (20.45 horas) ante un rival de poco prestigio, pero que compite con intensidad y espoleado por un tema político: España es uno de los cinco países de la Unión Europea que no reconocen a Kosovo. Así que sumando todos los factores.
La Selección española se agarra al buen momento goleador de Carlos Soler y a la profundidad de Marcos Llorente; ambos por detrás de un previsible trío atacante con Morata Sarabia y Ferrán Torres.