Siguen las muestras de respeto a Kobe Bryant por todo el planeta
Irenka Zufiria
En Filadelfia, la cuna de Kobe Bryant, un solitario saxo acompaña el homenaje a las víctimas en casa de los 76ers. Pero no importa la cancha, porque estos días sólo se viste una camiseta.
La pérdida de Kobe Bryant duele en todos los rincones del mundo. Desde Sudáfrica, donde admiran casi más su solidaridad que su baloncesto, hasta Manila, donde el arte callejero homenajea el amor entre la Mamba Negra y su pequeña Gianna.
En Los Ángeles, los mensajes y el cariño es infinito. Allí ya tiene su propio paseo de la fama y un atril improvisado se llena de ofrendas.
Todos los deportes viven días de luto. En la NHL, retumban sus sticks para que Kobe, allá donde esté, pueda escuchar ese cariño. San Siro se rinde al ángel de los Lakers, aficionado reconocido del Milan.
En Australia, el tenista Novak Djokovic deja un autógrafo para la posteridad. Pero los que más sienten su pérdida fueron sus compañeros de batalla.
Ese es Shaquille O'Neal, con quien formó una de las duplas más fuertes de la historia del baloncesto. Juntos ganaron tres anillos. Y, a pesar, de sus diferencias, la admiración siempre fue mayor. Tan grande como este adiós universal que sigue despidiendo a Kobe Bryant.